Tratamiento del Ébola
En la actualidad no existe ningún medicamento dirigido a combatir el
virus del Ébola,
por lo tanto solo se puede realizar tratamiento sintomático o medidas
de apoyo. Entre ellas tenemos: para la fiebre, administrar Acetaminofén,
nunca tomar Aspirina (ácido acetilsalicílico) por el riesgo que existe
de manifestaciones hemorrágicas; también se debe ingerir abundantes
líquidos para evitar la deshidratación y guardar reposo en cama.
Si el paciente tiene manifestaciones hemorrágicas requerirá la
administración por vía endovenosa de líquidos, así como concentrado de
plaquetas, factores de coagulación o de transfusiones de sangre si
existen pérdidas importantes.
Igualmente, dentro del
tratamiento del ébola, es necesario llevar un control estricto de los signos vitales como la frecuencia cardiaca
, el pulso y la precion arterial con el fin de poder determinar cualquier signo indicativo de shock.
Actualmente, debido al virulento brote de Ébola-Zaire que está teniendo
lugar en África Occidental, se está procediendo a tratar a algunos
pacientes con un suero experimental conocido como
ZMapp.
Otras compañías farmacéuticas trabajan a contrarreloj para dar con la
cura o una vacuna efectiva para luchar frente este virus. Mientras, a
algunos enfermos se les está administrando, con resultados positivos en
algunos casos,
suero hiperinmune (plasma sanguíneo)
obtenido de pacientes que han conseguido superar la enfermedad, por lo
que su sangre ha generado anticuerpos para combatir la infección.
No
existe ninguna vacuna ni medicamento (por ejemplo, un medicamento
antiviral) para la enfermedad del Ébola aprobado por la FDA.
Los
síntomas y las complicaciones de la enfermedad del Ébola se tratan a
medida que aparecen. Las siguientes medidas básicas de intervención
pueden mejorar significativamente la probabilidad de supervivencia si se
toman desde un comienzo:
- Proporcionar líquidos intravenosos (IV) y mantener el equilibrio hidroelectrolítico (sales corporales).
- Mantener los niveles adecuados del oxígeno y la presión arterial.
- Tratar otras infecciones que se presenten.
Se
están desarrollando vacunas y tratamientos experimentales para la
enfermedad del Ébola, pero aún no se ha podido probar completamente su
seguridad y eficacia.
La recuperación de la enfermedad del Ébola
depende de un buen cuidado de apoyo y de la respuesta inmune del
paciente. Las personas que se recuperan de la infección por el virus del
Ébola producen anticuerpos que duran por lo menos 10 años, y
posiblemente más. Se desconoce si quienes logran recuperarse son inmunes
de por vida o pueden infectarse con diferentes especies de la
enfermedad del Ébola. Algunas de las personas que se recuperaron de la
enfermedad del Ébola han desarrollado complicaciones a largo plazo, como
problemas articulares y de visión.